Está claro que para nosotros, simples mortales, la cosa no es tan fácil. Pero… ¡No nos desanimemos! Veamos juntos cómo convertir nuestra web en un sitio con Autoridad.
Para ilustrar este artículo, comenzaré con una gran verdad: la palabra de Jorge Luis Borges ha sido, es y será, sin duda, una AUTORIDAD —así, en mayúsculas— en las letras universales. La inquietante inteligencia del eximio escritor, increíble cultura, afilado humor y calidad de escritura así lo avalan. A 35 años de su desaparición física, Borges no solo mantiene intacta a su audiencia de siempre, sino que continúa atrayendo nuevos lectores.
Vale, pues, como perfecto ejemplo del concepto de Autoridad.
¿Qué se entiende por Autoridad?
El concepto SEO de Autoridad mide la popularidad de un sitio web en términos de calidad y credibilidad. Moz ha desarrollado dos indicadores que se utilizan para verificar los dos tipos de Autoridad existentes:
- Autoridad de dominio (DA): es un índice que permite comparar la reputación de una web con respecto a otras y permite posicionarla en el ranking de Google.
- Autoridad de página (PA): en este caso, el índice mide la calidad de la página sin tener en cuenta su dominio.
¿Por qué es tan importante la Autoridad?
La respuesta a este interrogante es simple: las personas con autoridad transmiten CONFIANZA. A ellas recurrimos cuando necesitamos información precisa o conocimiento fundamentado.
Si existe algo que Google aprecia es, justamente, una web con Autoridad. ¿De qué tipo de webs estamos hablando? Pues de aquellas que ostentan una gran reputación, aquellas a las que acudimos para la consulta segura, pues ofrecen al usuario información experta y confiable, con contenidos de alta calidad.
Uno de los criterios por los que Google ordena los resultados de sus búsquedas es el nivel de Autoridad. ¿Por qué? Porque, en pocas palabras, un sitio web con Autoridad ofrece VALOR.
Por ejemplo: si tenemos que redactar un artículo sobre cómo instalar Windows 11 una excelente idea será consultar el sitio web de Microsoft.
Sin embargo, no creas que debes ser sí o sí un prestigioso experto o un sitio oficial para tener una web reconocida. El asociarse con organizaciones respetables y citar estudios o informes obtenidos de esta clase de fuentes suma transparencia y también es una buena práctica para conseguir Autoridad.
Además, La Autoridad puede ser vista de diferentes formas… No todo tiene que ser tan formal. Muchas veces, basta con un conocimiento del tipo «cotidiano» para aumentar la Autoridad de tu sitio. Todo depende, como siempre, del público objetivo: quiénes nos leen, qué tipo de información necesitan, qué los hace felices. Y, por supuesto, que la información brindada sea constante y revista calidad.
¿Qué podemos hacer para construir Autoridad en nuestra web?
- Crear páginas con contenido original y de alta calidad. Sin duda, la mejor forma de fidelizar la audiencia.
- Solicitar menciones y referencias a nuestro sitio web a nuestros clientes u organizaciones serias relacionadas con nuestra actividad.
- Destacar en nuestra web la asociación con empresas u organizaciones oficiales. Pero cuidado… ¡Solo si realmente trabajamos para ellas!
- Citar fuentes fidedignas y crear enlaces externos confiables que respalden nuestro contenido.
- Tener presencia y actitud en las redes sociales.
- Evaluar la posibilidad de recurrir a un editor independiente para darnos a conocer en Wikipedia.
Por cierto, convertir a nuestra web en un sitio con Autoridad es una tarea que requiere de una enorme constancia. Tal vez pensemos: «¡Por favor! ¿Quién nos mandó a meternos en este laberinto de Internet?»
Como siempre, tengo en mente las palabras de JLB: «No hay universo sin laberinto y hay tantos laberintos como universos».
Evidentemente, en el universo Internet —como en los laberintos— necesitamos recorrer un largo camino para llegar a una meta y descubrir, finalmente, por qué estamos aquí.
Ahora, te dejo con Borges. Una AUTORIDAD.
EL LABERINTO
Zeus no podría desatar las redes
de piedra que me cercan. He olvidado
los hombres que antes fui; sigo el odiado
camino de monótonas paredes
que es mi destino. Rectas galerías
que se curvan en círculos secretos
al cabo de los años. Parapetos
que ha agrietado la usura de los días.
En el pálido polvo he descifrado
rastros que temo. El aire me ha traído
en las cóncavas tardes un bramido
o el eco de un bramido desolado.
Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte
es fatigar las largas soledades
que tejen y destejen este Hades
y ansiar mi sangre y devorar mi muerte.
Nos buscamos los dos. Ojalá fuera
este el último día de la espera.