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Escribir bien: una competencia organizacional en crisis
Escribir bien

FEcha

El año pasado, el médico, docente e investigador Guillermo Jaim Etcheverry, autor del aclamado libro La tragedia educativa, deslizaba, en medio de una conferencia, lo que nadie quería oír: «la tragedia continúa». En realidad, aquel febrero de 2022 afirmaba: «la tragedia empeora».

Descuidada en medio de todo lo que nos sucede, escribir bien es una competencia organizacional en crisis.

Así que sí. Es cierto, don Guillermo… La tragedia ha empeorado.

Malas noticias

Nadie escapa al desastre: directores, gerentes, jefes, comerciales… Cualquiera sea la posición, los diferentes escritos de las personas —presentaciones, informes, ofertas a clientes, correspondencia electrónica, etc.— evidencian serios problemas de redacción corporativa, de organización del texto y, no pocas veces, graves problemas de ortografía.

Sucede que, por un lado, la gente es muy competente dentro de su área de conocimiento, pero, por el otro, es deficiente a la hora de plasmar sus ideas por escrito. Puede que alguna vez se plantee el problema y se ponga en práctica alguna medida… Pero esta no es fácilmente aplicable, pues genera bastante resistencia.

Los talleres y capacitaciones relacionados con la escritura no son bien recibidos. Los empleados sienten que, básicamente, se los está enviando otra vez a la escuela primaria… Y a nadie le agrada quedar expuesto ante sus pares o superiores. Además, la gente percibe estas actividades como una pérdida de tiempo; sus expectativas de formación pasan por otros carriles.

Entonces… ¿qué hacer?

Teniendo en cuenta lo expuesto, creo que, en principio, debería enfrentarse y aceptar que la organización completa sufre este serio problema que afecta directamente la calidad organizacional.

Es decir; todos saben que existe una crisis con la expresión escrita, pero, a la vez, también todos piensan que la crisis no es propia, sino del otro.

Comenzar por asumir el problema es, con certeza, un primer gran paso.

Lo que sigue es…

Despertar en el personal el deseo de, voluntariamente, querer mejorar.

La empresa entera tiene que buscar la diferencia de calidad, sin presiones. En consonancia, deberán definirse objetivos de calidad en las producciones escritas y determinar cuáles son las habilidades mínimas requeridas específicas para la redacción y posterior elevación de tales producciones. Asimismo, proveer las herramientas de apoyo oportunas.

Finalmente, estoy segura…

Hay que exigir.

Exigir compromiso, involucramiento en el proceso de mejora de la calidad de escritura… Crear el hábito y la necesidad de revisar y corregir los textos. En suma, de escribir bien.

Como líderes, no perdamos de vista que toda exigencia es una demostración de interés y, sin duda, de confianza.

Nota:

Gracias, Vanesa, por poner estas inquietudes sobre el tapete, por tu sincera preocupación y por permitirme compartir con vos algunas ideas.

redactora profesional
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Verónica Viñas - Redactora Profesional

Soy bloguera, docente especializada en administración y experta universitaria en redacción institucional y corporativa. Me desempeño como redactora y correctora profesional freelance desde 2006. ¿Necesitas ayuda con tus textos? Entonces… ¡Conversemos!

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