«No sé si soy un buen escritor, pero un buen lector sí, lo cual es más importante. Soy un lector agradecido y ecléctico».
Jorge Luis Borges

Con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el ciberespacio se ha colmado de contenidos sobre todos los temas que se te ocurran. Estos contenidos son desarrollados por quienes detentan una de las nuevas profesiones del momento: los redactores freelance.
La escritura web, sin embargo, difiere de la escritura literaria. Uno de los aspectos que deberás tener muy en cuenta es que, por más genial que resulte tu artículo, no resultaría nada extraño que tu cliente lo rechace y te lo envíe nuevamente para rehacer.
¿Por qué sucede esto, cuando tu texto había resultado tan bonito?, te preguntas entre lágrimas. La respuesta es simple y compleja a la vez. ¿Lo simple? Muy bien; ¡esto es marketing! El redactor freelance ya no tiene que escribir para sí, ni siquiera para agradarle a su cliente… ¡tiene que agradarle a Google! De modo que pon tus títulos h1, h2, h3; toma tu listado de palabras clave, insértalas dentro de la estructura predeterminada del texto, optimiza su densidad, y ya.
Ahora sí; pareciera que todos tus problemas han llegado a su fin, ¿verdad? Qué pena, lamento comunicarte que aún estás muy lejos de eso. ¿Por qué? Se viene la parte compleja: todo muy lindo con eso de agradarle a la ingeniería googleana para conseguir un excelente posicionamiento entre los primeros resultados del buscador, pero hay que tener en cuenta que (esta aclaración es un básico) es el destinatario final del texto el que determina el éxito o el fracaso en la web. El punto es que ese destinatario ya no es quien te ha encargado el artículo, sino quien lo lee.
Una vez que tu cerebro haya hecho clic en dicho punto, el oficio de redactor freelance comienza a complicarse, pues ya tienes que calzarte un doble par de zapatos: el de tu cliente y el de su audiencia.
Pero antes de que te deprimas y te busques otro oficio, te comento que tampoco es tan difícil… ¡Vamos! Solo es cuestión de comprender el paradigma y practicar un poco.
Resuelve cómo escribir para la web con estos tres consejos fundamentales:
- ESCOGE UN BUEN TÍTULO
Un buen título hace las veces de carnada (perdón por la metáfora, pero la cosa es así) para la pesca de lectores: ¡un buen título engancha!
- DIRÍGETE DIRECTAMENTE A TU PÚBLICO OBJETIVO
En las primeras líneas de tu texto, tienes que brindarle al lector una idea clara y directa sobre el asunto. Recuerda que este ha sucumbido al encanto del título, de modo que, de inmediato y antes de que abandone el sitio web en busca de algo más interesante, debes indicarle con qué se va a encontrar si continúa leyendo; todo esto, con dinamismo y haciendo uso de palabras estimulantes.
- SÉ BREVE Y CONCISO
Son muy pocos los que leen por completo un texto web, la mayoría simplemente lo escanea. Para mayores explicaciones, simplemente utiliza los hipervínculos.